Hallazgo de detectores de metales: los descubrimientos de Max Cane

"Este verano desenterré una moneda que nunca pensé que encontraría aquí en Nueva York, ¡un penique de carroza de 1797! ¡Esta moneda es enorme y sorprendentemente está en muy buen estado! Al sostenerla en mi mano, puedo sentir que su peso es diferente a cualquier otra moneda que haya visto, ya que se acuñaron con casi exactamente 2 onzas de cobre, lo que las convierte en la moneda británica más grande jamás fabricada para la circulación.

El borde grueso y elevado es de donde proviene el apodo de "carroza", y a menudo se usaban como contrapesos debido a su tamaño y peso uniforme. Fue instantáneamente reconocible una vez fuera de la tierra, pero aún así requería algo de trabajo para resaltar los detalles. La dejé secar y utilicé un palillo de bambú para quitar la mayoría de la suciedad, luego utilicé un cepillo André para terminar las áreas más ásperas. Para ser una moneda de cobre puro, aún conserva una buena cantidad de detalles en el busto del rey Jorge III y Britannia. Estaba enterrada a casi 20 cm en un suelo bastante mineralizado, por lo que no fue una señal estridente, sino un tono constante en los 90 bajos. Este jardín ha producido todo tipo de hallazgos que van desde principios del siglo XVIII hasta la época moderna, así como varias monedas de cobre británicas. La casa fue construida en la década de 1780 por una familia adinerada, pero puede haber sido una parada de carruajes y una casa de alojamiento durante el siglo XIX.

Encontré esta moneda usando el Deus con un plato de 11" x 35 cm, que funciona muy bien en el suelo altamente mineralizado que es común en mi área. Muy pocas de estas monedas grandes parecen haber llegado a los Estados Unidos, ¡y esta es la primera carroza que he encontrado hasta ahora! Un día realmente memorable cuando salió de la tierra."

Max Cane